El Método Logosófico

El método logosófico, único en su fondo, posee la cualidad extraordinaria de adaptarse a cada mente, brindándole la parte de conocimiento que la capacidad individual puede abarcar. Es una fuente de directivas y consejos que cumple con acierto su función en todos aquellos que lo aplican con buena disposición y espíritu de estudio y superación.

Este método guía al ser hacia una nueva y sólida conducta en cuanto al tratamiento de sí mismo. No se tratará ya de investigar la psicología de los demás. Es la psicología de sí mismo la materia de estudio, y es con mira a realizar ese estudio sin equivocaciones ni omisiones que el método lleva con mano segura a las partes más esenciales de ese conocimiento, para que el ser pueda allí abrir el arca de la investigación y extraer de ella los valores más recónditos a través de esa búsqueda íntima que se extiende a lo largo de toda la vida.

Con el estudio y práctica de los conocimientos logosóficos, el estudiante se capacita para desarrollar todas sus facultades mentales en forma armónica y consciente. Esto lo habilita para incursionar con su inteligencia, gradualmente, en la solución y respuesta a los más variados problemas, temas y conceptos, que antes no lograba trascender por la limitación de sus recursos, y que ahora, con las herramientas metodológicas logosóficas, penetra con mayor profundidad y alcance.

¿De dónde venimos, hacia dónde vamos y cuál es la razón de la vida del hombre? Estos y otros temas que antes eran monopolio exclusivo de creencias y religiones, como el concepto de Dios, del espíritu humano, del mundo mental o metafísico, etc., dejan ya de ser grandes incógnitas, desde que el estudiante hoy puede analizarlos a la luz de una nueva concepción humanista, plena de lógica, sensatez y racionalidad.